I
-Gracias, señora, por haber cuidado las crías de mi gata que nacieron en su jardín. No sé por qué se le ha ocurrido parir ahí cuando nosotros también tenemos jardín, uno grande, espacioso, cómodo, al que ella ya estaba acostumbrada, supuestamente. Será que ha tenido vergüenza, es la primera vez que ella tiene gatitos y uno le nació muerto, seguro sintió ese incidente desde su instinto y no quiso darnos el triste espectáculo. Se fue con la barriga enorme, no volvió a aparecer, hace dos meses que la estábamos buscando. Muchas gracias, señora, de verdad.
Los gatos se hallaban dentro de un jardín rodeado de arbustos frondosos por sus cuatro costados. Vivían dentro de él saltando, jugando, sin ver más allá de los tallitos de madera y las hojas verdes que el viento movía, o sus patitas. Se encontraban tan acostumbrados a esos cuatro muros de naturaleza que el jardín se volvía una pecera en la que los habitantes juntaban sus narices a los límites del mundo. En este mundo no existía más que la mamá en un rincón, lamiéndose, y los hermanos alrededor, mordiéndose las colas.
-Oye, hermano… ¿cómo así los encontraste?
-Caminaba por ahí para visitar a un amigo y de repente escuché los maullidos, cuando me asomé dentro del jardín vi a la gata y saqué mi línea pues, la conchasumadre había parido ahí. La señora me dijo después que me llevara las crías y te llamé pues, así fue…
-Oye pero que raros están ¿no? Solo han pasado dos meses y parece que fueran gatos adultos.
-Sí, están grandotes…
-¿Será que la luz del sol recibida así directamente los habrá hecho crecer más rápido?
-Quién sabe.
-Todos los vamos a regalar, vamos a poner el letrero en la puerta de la casa y se los llevarán al toque, aunque pondremos “gatos”, no “gatitos”, porque están muy grandes, pero todos se irán… ve cargándolos a todos… ¡menos este! Con este nos quedaremos. Mira qué lindo color tiene, blanco de pelo largo, parece un gato persa con su carita achatada, los pelos de su cola larguísimos. Y su lomo de un turquesa prismático que refleja la luz, como la piel de los peces, con cada movimiento suyo la luz se refracta y de su pelaje turquesa se disparan rayitos de luz de una forma tan hermosa… cuánto pesa… pero qué lindo en mi regazo, qué lindo…
El hermano terminaba de recoger a los hermanitos cuando el gato de pelaje turquesa se desprendió del pecho de la hermana, posó las motitas de sus patas en el suelo y se fue brincando, casi volando, a un techo de tejas rojas que se encontraba cercano, luego se escabulló tras un árbol, tras la casa, podría decirse que en las nubes. Desapareció tan veloz, parecía no querer ser encontrado nunca más.
II
-¿Aló? ¿Aló, señora? Qué tal, le quería comunicar algo, usted nos dijo que quería quedarse con uno, el de pelo turquesa se escapó así que puede quedarse con un de color beige, ¿no? En serio se escapó, yo no me lo iba a quedar, era para usted, pero puede llevarse el beige, también está bonito… ¿no? Bueno, entonces tendremos que regalarlo por aquí no más. Gracias, de todas maneras, señora.
-¡Hermanaaaaa! ¡Hermanaaaaa!
-¿Qué pasó?
-Sube al tercer piso conmigo, tienes que ver algo…
-¡Qué cosa!
-¡Mira! Es el muerto…
-Se mueve… se mueve…
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¿Dónde estás? ¿Por qué te fuiste tan rápido? ¿El turquesa o el muerto que resucita, quién eres? Creo que te dije ojos de buey, ¿eso te molestó? Tenías los ojos grandes, y la mirada. Ojos de buey bello y enfermizo con extrañas sustancias que entran y salen por sus fosas nasales, con una respiración fuerte casi bufa, rostro cerrándome la boca. Te has vuelto urgente porque ayer la garúa se hizo intensa y ha continuado hasta este preciso momento, las últimas hojas del otoño se van deslizando por los aires a los pies de los transeúntes y se estancan en los charcos improvisados por la llovizna. Pero hay hojas que nunca caen. ¿Es justo no tener donde aterrizar? ¿Dónde apoyar el pescuezo para una renovación, un descanso, una entrega a lo que se pudre generando vida? No te doy la espalda, quiero morir de algo, morir de ti. Solo aparece, conóceme, aparécete, deslúmbrame. No quiero pasar este invierno sola, me tienes que querer. ¡Me tienes que querer! Es justo y necesario…
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Un par de videítos simpáticos :)
Chica yeye XD
CRYSTAL FIGHTERS "I LOVE LONDON" Lcaza!!!
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Hace 12 horas
5 comentarios:
asi son los gatos, independientes y misteriosos. me gusto mucho el sentimiento expresado en el ultimo parrafo. saludos.
p.d: te invito a visitar mi blog
si pues asi son!!!!por eso me gustan mas las hembras que se quedan en casa con uno (a menos q tengan q parir jaja). A ver tu bloggggg!!!!!!!!! XD un abrazote!!!
Hola Tunque, estoy con línea wifi robada jajaja, diablos, deberíamos haber ido a tomar un café y verte ver reír riendo con una risa terrible hacia el cielo, ja, ja, ja. La chica yeye es buena canción, canción seria, el noa noa también jaja!
jajajaja tu lo has dicho!!!! y por que te pones anonimo si se perfectamente quien eres!!! :9
porque da flojera entrar a la cuenta!
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