¿Han ido a la exposición de los alumnos recién graduados de la Facultad de Arte de la Católica? Fui hace unos días aprovechando que estaba cerca. Un profesor graduado hace muchos años de la misma escuela, cuyo nombre no diré, obviamente, me dijo que en las exposiciones de graduación de tiempo pasados se podía diferenciar nombres, avizorar grandes carreras, un auténtico espíritu creativo; lo que se ve ahora, salvo algunos cuadros, no es más que abulia. Puede ser, pues muchos de los trabajos que vi parecían gritar qué ganas de destruir, qué ganas de no hacer nada. Tal vez sea algo común a una especie de síntoma vital de nuestra época que inevitablemente se refleja en el arte. Júzguenlo ustedes mismos.
Las obras que compartiré a continuación tienen el rubro de “Sin título”, ¿el artista opta por la libre interpretación del observador o renuncia al esfuerzo de nominar su propia obra?
Las obras que compartiré a continuación tienen el rubro de “Sin título”, ¿el artista opta por la libre interpretación del observador o renuncia al esfuerzo de nominar su propia obra?
Otro ejemplo es la pieza de ensamblaje con técnica mixta de Vanessa Espinoza Ureta. Me recuerda a la combustión espontánea el sillón y el cuerpo mutilado puestos juntos. Una escena muy surreal lograda a partir de la descomposición de sus dos elementos.
Avanzando por el placer de la destrucción y la nada tenemos la obra en técnica mixta de Daggiana Madrid Andrade: vacío, el vacío que destruye el lienzo. ¿No es desconcertante que el lienzo cobre más vitalidad precisamente por la inmersión de un agente destructor evidenciado en estos cortes? Solo vivo cuando sé que muero.
Finalmente, la oda a las ganas de no hacer nada: algo de cinco metros de desidia pura en técnica mixta por Andrea Elera Coello, QUÉ GANAS DE NO HACER NADA, de simplemente ser un negro, un gris, un blanco desparramado, desintegrarse en esencias. El camino a la derecha, sin embargo, atendiendo la línea horizontal que construye occidente al representar el tiempo, habla de un futuro claro, límpido, que deja un pasado antagónicamente cargado de oscilaciones oscuras y desbordantes. El camino hacia el futuro es paz, es el camino de todos, camino al que se va con dos pies por delante. Es el inevitable ir hacia la nada.
No sé si estará bien o mal lo que transmite el arte actual, con el simple empeño de ser que trae consigo, una tarea ardua ya está orientada, eso es lo que vale. Espero que tengan la oportunidad de ir a la exposición UNA MIRADA A LA FACULTAD DE ARTE para que puedan ver las obras en vivo. Estará en el Centro Cultural de la PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro) hasta el 20 de marzo de este año 2011.
2 comentarios:
"solo vivo cuando sé que muero" estoy totalmente de acuerdo.
Creo que tal como dices no se trata de que esta bien o mal con este tipo de obras, el asunto tampoco radica en lo estetico, tal ves podriamos pensar en que es lo que se esta cuestionando y por qué.
Claro, el arte de hoy pretende desconcertar, si esto no es gratuito se generaran discursos que pondran en entredicho lo que entendemos como "real","oficial",etc, dandose miradas mas amplias. Me gusto mucho MIRAR esta expo.
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