No sé si de verdad nos estamos comunicando, a veces necesito una señal más fuerte que las pautas argumentales que me planteas dentro de los sueños. El otro día sostenía una cabeza que sangraba mucho por una herida que tenía en la nuca, una herida que dibujaba un cilindro en su interior, una herida antigua que se ocultaba con un tampón de jebe que había resbalado de su posición funcional, lo que era la causa del gran chorro de sangre que se formaba por más que yo intentara detener el agujero chorreante con mis dedos.
¿Quieres más?
Antes de este incidente lamentable estaba a punto de hacer el amor con el dueño de la cabeza, después, claro, que me prometiera mucha ternura y mucho corazón en sus acercamientos, y que se disculpara hasta jurar en nombre de no sé cuantos dioses que me necesitaba de verdad y que la mujer con la que lo había sorprendido en una situación sospechosa, no hacía mucho, era en absoluto alguien insignificante. Habíamos estado frente a la computadora un rato, le estaba mostrando algunos escritos, fotos, recuerdos, retazos que justificaran mi frase “te quiero, está bien, no puedo negarlo”, que sintiera más culpa por su reciente infidelidad, “pero esto que acabas de hacer es imperdonable”. Sobre todo porque cuando abrí la puerta de esa habitación donde pensaba hallarlo dormidito, la tipa salió acomodándose la minifalda y el cabello suelto desordenado. ¿Qué hacía ahí? ¿Porqué lleva minifalda, acaso no estaba prohibido en esa fiesta? –aún así era verdad, bien simplona la muchacha, insignificante. Tanto que cuando salió ni se atrevió a mirarme a los ojos. Yo miro a los ojos para que sepan que ahí estoy. Pero sentada en el sillón, en el primer piso, poco antes de subir las escaleras y hallar esa escena tan desagradable, tenía una irrefrenable tendencia de sostener el cuello hacia abajo, y la mirada hacia mis piernas. ¡Nadie me había dicho que en esa fiesta estaban prohibidas las minifaldas! La anfitriona de la reunión me lo susurró al oído, “¿por qué, ah?” le pregunté. La fiesta estaba llena de menores de edad. Pasó un grupo por el sillón donde estaba sentada y no despegaron los ojos de donde yo también los tenía, qué incómodo, mejor voy arriba a cambiarme de falda, o mejor me pongo pantalón.
¿Un poco más?
Ahora la sangre no deja de chorrear, poco después que se acercara a darme un beso el tampón se desprendió, me asusté tanto con la sangre que cogí la cabeza y me la llevé escaleras abajo examinando de donde provenía. La anfitriona me ayuda, me dice que la herida es antigua… que no hay nada que hacer… déjalo morir, déjalo morir como a quien muere desde hace cuatro meses.
¡Más!
No sé si de verdad nos estamos comunicando. Si ha sido azar o si hemos escogido esto. Si revisas nombres inventados, si hablo para que me escuches tú. ¿Será posible que ni tú ni yo hayamos olvidado algo tan simple como ojos que miran para saber que estás?
5 comentarios:
Buena. entiendo y hasta se puede interpretar el sueño este, de la borboteante y taponada cabeza, lo que no logro comprender es por que acabas con un enlance a "la loba" Donde estamos? O te sirvio de inspiracion? Pero no veo a ella usando minifalda. Aunque si dan ganas de cortarle la cabeza, pero esta vez, por favor, no la taponaremos...
Jajaja!!!! la cancion no tiene nada q ver, solo esta de moda y me gusta, me la hizo escuchar mi hermano Victor q es taxista y muy gracioso, la cancion tmb es graciosa... "prestame a tu marido para ir al teatro" jjajaja
Ah si, eso dice? una loba amante de las artes escenicas, resulto; y porque lo llevaria al teatro? que cojuda...
Aproposito, veo aqui articulos de ello. Te gusta el teatro? El lunes vi "La Vida en dos horas" en la AAA, Buena,buena! si no fuistes piña, porque esa fue la ultima puesta. Bueno, a ver que mas tienes por aqui...
No fui xq la mostraran gratis en el festival Ucsur :P, y no creo q este tan buena, el mismo Isola cancelo la primera semana de estreno xq los actores "no daban la talla"...roche!!
Solo desentonaron un par de chiquillas, pero por los demas o al menos por su desempeño en cuatro piezas (fueron siete) humildemente aplaudi. y la calidad de esas cuatro, independientemente de la actuacion me sorprendio, no crei que siendo tan jovenes como dicen, estos escritores puedan armar, conjugar buena prosa, talento que la verdad envidio...
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